viernes, 9 de junio de 2017

Espiritualidad de los Equipos Docentes

Espiritualidad de los equipistas de los siglos XX y XXI

Apuntes

                                   Juan Dumont Chauffour

Extraña pregunta: ¿Hay una frontera entre el siglo XX y el siglo XXI? ¿Una ruptura en la manera de pensar, creer, vivir?

             I. ¿Qué es la espiritualidad?

¿Es un suplemento de la vida diaria: comer, descansar, trabajar, sufrir, envejecer, morir?
S. Pablo dice que hay dos formas de vivir: vivir según la carne y vivir según el Espíritu. Podemos leer Gálatas 5, 13-25; Romanos 7, 14 y más; 8, 5-6 y otros numerosos textos.

1. Vivir según la carne: Es vivir todos los aspectos de la vida de manera cerrada, haciendo de ellos unos ídolos: el sexo el trabajo, el poder, el dinero, la política, el juego, la familia, la fama, el alcohol, la droga, el arte, etc., etc Vivir adictos a algo bueno en sí es vivir según la carne Todos estamos tentados a tener ídolos ¿Cuáles son mis ídolos?

2. Vivir según el Espíritu es vivir todos los aspectos de la vida de manera abierta, es vivir en construcción, siempre en construcción, en un amor siempre en vía de perfección, en un servicio nunca acabado y siempre animado por un amor sin límites; de manera variable, según las circunstancias de la vida, las edades de la vida; es hacer de la vida no algo cerrado, sino un don de vida ¡Una torre siempre en construcción!

3. Conocemos a la gente, a mucha gente que no comparte nuestra fe cristiana, a gente sin religión, pero buscadora de la verdad, de la fraternidad, de la justicia, de la libertad; gente sensible al dolor, a la búsqueda de los demás, dando su vida para dar vida Esa gente vive una espiritualidad Vive según el Espíritu No conocen a Cristo, pero, nosotros que nos reconocemos cristianos, vemos que esa gente está habitada por alguien, por el Espíritu de Cristo Algún día, antes o después de su muerte, lo reconocerán Ese lugar (mi persona) era santo y yo no lo sabía dice Jacob (Gen. 28, 16.

4. La espiritualidad cristiana. Hemos recibido el Espíritu de Cristo, somos hijos adoptivos del Padre, hermanos de Cristo Reconocemos que vamos a vivir eso: Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto (Mateo 5, 48) Siempre estaremos en camino con la ley del Evangelio: las Bienaventuranzas (Mateo 5) y cuántas páginas de Pablo (Romanos, Corintios). Podemos decir que por estar hechos a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1, 26-27) todos estamos invitados a vivir esa dignidad Y, que por ser hermanos de Cristo todos tenemos que vivir esa co-divinidad que se cumplirá a la perfección en nuestra muerte-resurrección Lo vivimos en todos los aspectos de nuestra vida (Deberíamos leer la Alegría del amor Conclusiones del Sínodo sobre la familia)

           II. ¿Dónde vivir nuestra espiritualidad.?

En el mundo de hoy, que es la humanidad de siempre, pero en nuevas civilizaciones, que más de una vez nos desorientan, son mezcla de lo bueno y lo malo, pero donde tenemos un papel que cumplir como ciudadanos, como educadores, como magisterio…

¿Qué son estos niños, estos adolescentes? Unas maestras de jardín dicen que se les escapan: inquietos, movidos, incapaces de prestar atención por más de 10 minutos Ya hábiles en el mundo de la informática, modelados por ese mundo. Con padres muy jóvenes, esclavos del trabajo o de la TV (encendida todo el día), de la sociedad de consumo, que los abandonan a la escuela, la cual no sabe cómo hacer hasta en las relaciones de cariño (es fácil acusar de verdugos o de pedófilo)

Encontramos a alumnos, a estudiantes llenos de informaciones, viviendo pegados a su celular, a su tablet, etc Sin ningún interés por lo que pueda decir el profesor, quien siempre está sumergido en la tentación de renunciar de vivir el momento presente de la moda, de la distracción, del placer ¡No hay pasado, no hay futuro! ¡Hay el instante que se debe aprovechar!

Estamos en un magisterio sin utopía común, pero bajo una presión común, y junto con los alumnos, víctima de la misma sociedad de consumo que crea necesidades que satisfacer Magisterio dividido, individualizado, sin organizaciones pedagógicas fuertes, sin un sindicato creativo, unido Sin utopía…
Pero sabemos que Cristo está con nosotros hasta el final de este mundo (Final de Mateo 28, 20).

       III. Nuestra espiritualidad hoy

1. Una manera de vivir: una civilización desaparece (¿muere?); una manera de vivir: una civilización nace. Tenemos una espiritualidad de co-creadores A través de la educación ayudamos a hacer crecer una civilización a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1, 26-27; Salmo 8).

2. Tenemos una espiritualidad de re-creadores, como después de la ruptura del diluvio (Gen. 3; Gen 8, 6-8; de la humanidad muerta (Ezequiel 37); etc.

3. Tenemos una espiritualidad histórica: hoy-ayer; hoy-mañana El hoy no está separado del ayer ni del mañana Y Dios está en el HOY, en el AYER, en el MAÑANA Tenemos que vivirlo y hacerlo vivir Somos participantes de la historia, y en la fe descubrimos que la historia es santa. Es una Alianza entre Dios y la humanidad desde la creación Es la nueva alianza en Cristo Así, los accidentes de la historia, los cambios de civilización no nos quitan la fe, sino que la desafían, la despiertan

4. Nuestro pueblo actual nos desconcierta, nos preocupa, nos angustia, pero es nuestro pueblo, que, a pesar de todo es el pueblo de Dios Así vivimos en comunión con el Pueblo Santo en una Historia Santa Eso es más profundo que el pecado de ese pueblo con sus accidentes del camino Lo vemos leyendo la Biblia.

5. Nuestra espiritualidad es una espiritualidad de esperanza terca (Romanos 8, 22-25) en Cristo, en su reino, ya entre nosotros y cuya plenitud esperamos; en nuestros alumnos, hasta en los que pensamos irrecuperables (los drogadictos, los pandilleros, etc.) Dios los ama, así que debemos amarlos y esperar su Resurrección (Ver el Buen Ladrón, Lucas 23, 40-43)

6. Nuestra espiritualidad es una espiritualidad de Pentecostés (Hechos 2) ¡El mundo se globaliza mal, bajo el poder del dinero y del consumo de todo!... La educación y muchos educadores participan en ello y son víctimas de ello Pero, al mismo tiempo hay educadores que han recibido el don del Espíritu Son agentes de unión en el amor, viven ese amor universal, a través de la Educación siguiendo, viviendo en Cristo educador Los Equipos Docentes vivimos como un pequeño signo universal de ese Pentecostés en el mundo de la educación; y a través de él la creación entera vive…

7. Nuestra espiritualidad es una espiritualidad de sembradores Lanzamos el grano de la educación, que se pierde en niños, en adolescentes; parece morir, muere, pero para crecer y dar fruto, el ciento por uno (Mateo 13; Juan 12, 24) A partir de lo pequeño crece lo grande, y (los que siembran llorando cosechan entre cantares -Salmo 125) Somos los que señala Cristo en Juan (la mujer que va a dar a luz) Así, la nuestra es una espiritualidad de parto (Juan 16, 20-22)

8. Nuestra espiritualidad es una espiritualidad de pobres No somos ahora los que saben, los doctores de la ley, nuestros alumnos aprenden (en desorden) cosas que no conocemos, nos adelantan Somos pobres Felices los pobres porque de ellos es el Reino de los cielos (Lucas 6, 20). Lo que podemos es acompañar, escuchar, ayudar a botar la mala hierba, a armonizar lo positivo recibido, orientar, amar.
No somos maestros, somos educadores con Cristo, juntos inventamos la civilización del amor, y los confiamos a Cristo, como hizo Juan Bautista, gran educador (Juan, 4,27-30).

9. En eso estamos unidos a los demás educadores, padres de familia, educadores de la calle, ONGs, medios de comunicación social, movimientos, iglesias. Tenemos una espiritualidad comunitaria que nos libera de las paredes de la escuela que separan de la vida.

10. El Papa Francisco nos habla siempre de las periferias. Nosotros, educadores del pueblo en nuestras escuelas públicas pobres vivimos en las periferias, servimos en las periferias, comunicamos esperanza, amor, participamos en comunidades fraternas de las periferias; a pesar de mil obstáculos que pueden venir del Ministerio, de las UGELes, los colegas, etc., etc. Tenemos la espiritualidad de las periferias, de los galileos y samaritanos de hoy, que son despreciados y que amamos.

11. A través de ello tenemos una espiritualidad bíblica. La Palabra de Dios es viva, eficaz, está en nosotros (Hebreos 4, 12-ss; Romanos 10, 8-10), en los educandos Y descubrimos hoy nuevas Palabras de Dios; ¡seguimos escribiendo con Dios la Biblia HOY!
  
              IV. Vivir

¿No tenemos suerte?: Los educadores vivimos en teoría, ¿para qué transmitir a los jóvenes saberes y valores de una civilización en mudanza? Estos jóvenes viven ya en otra civilización Somos pobres, sufrimos.

Tenemos suerte:

La humanidad actual en mudanza se construye una civilización nueva, pero nutrida de una sabiduría eterna, de verdad, de fraternidad, de justicia Que corre en las venas de las civilizaciones, y, finalmente, nutrida de Cristo, para cristificar a toda la creación Lo hacemos a través de la educación, y esperamos caminar hasta los cielos nuevos, la tierra nueva, trabajando en la creación ¡Ven, Señor, ven! (Ap. 22, 20; 21, 1-5) ¡Eso lo preparamos y lo recibiremos!

Cajamarca, 8 de mayo de 2017















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